En Turull nos apasiona el pan. Esta es la sencilla razón para hacer lo que hacemos. Cada pan es diferente y está elaborado de forma totalmente artesanal siguiendo los métodos tradicionales que nos enseñó el abuelo. Nuestro pan no entiende de prisas porque necesita unas horas de maduración para conseguir las cualidades organolépticas que tanto nos caracterizan.

Nuestro objetivo no es otro que reencontrar el gusto por la sencillez y los productos bien hechos y transmitirlo a fin de no perder nunca un producto tan nuestro.

Con esta filosofía nos hemos ido actualizando siguiendo innovadoras técnicas que nos permiten garantizar la calidad del producto final y no incorporamos ningún producto nuevo si no está a la altura de nuestra línea de tradición.

La pasión que tenemos por nuestro trabajo nos obliga a utilizar las mejores materias primas, rechazando aditivos y dando prioridad a los pilares fundamentales de un buen pan, esto es, las mejores harinas, agua, sal, un fermento natural mimado con especial dedicación y lentas fermentaciones que culminarán con una cuidada cocción de acuerdo a la naturaleza de cada producto.